Hay un creciente descontento entre los estudiantes universitarios y sus familias en relación con el valor de la educación que reciben de los de cuatro años, universidades de artes liberales y las universidades. Como miembro del cuerpo docente universitario en dos escuelas, les puedo decir que lo que solía ser sacudir la cabeza en la etiqueta de precio para la universidad se está convirtiendo en disgusto. Lo que solía ser la renuncia a "esto es lo que va a tomar para conseguir un grado" se está convirtiendo en temor genuino de que conseguir el grado puede costar más a largo plazo que no tiene; y las estadísticas están comenzando a probar ese punto.
Sin duda, la incertidumbre sobre el lugar donde todo termina crea la mayoría de la preocupación. El problema, sin embargo, es que ningún colegio o universidad (o los políticos o los banqueros para el caso) están invirtiendo tiempo significativo para crear una solución que funcione para las familias de los estudiantes y, al mismo tiempo, salvar a sus instituciones de los daños financieros y la reputación que está teniendo lugar.
Cuatro instituciones año harían bien en entender que las placas tectónicas cambiantes bajo sus pies no se mueven sin consecuencias. Para ello, he alentado a los estudiantes ya sus familias a tomar un vistazo de cerca a la universidad y hacer, lo más seguro posible, la determinación de que la universidad es realmente necesaria para un futuro exitoso. Para muchos, el orgullo de ir a la universidad está nublando la vista de los resultados potenciales que no son tan color de rosa. Las familias más pronto conseguir más allá de la cuestión de "orgullo" en relación a la universidad, el mejor de ellos y sus hijos serán.
En pocas palabras, el paradigma ha cambiado para las familias que están buscando para tomar decisiones responsables sobre el futuro de sus hijos. Dinero duramente ganado se está desperdiciando por una suma de cientos de miles de millones de dólares, y una nueva forma de pensar es esencial para proteger a las personas de un error cuyas consecuencias ya han dado lugar a la deuda de préstamo de la universidad nacional de más de $ 1.000.000.000.000 (trillones) - una cifra superior a la deuda de tarjeta de crédito total de la nación.
Colegios, bancos y gobiernos aparentemente no serán parte de la solución, por lo que las familias tienen que asumir este reto por sí mismos. El nuevo paradigma, entonces, implica al menos tres hipótesis principales:
1. Colegio ya no tiene un valor educativo garantizada.
2. Colegio ya no tiene un retorno financiero garantizado o seguro.
3. Colegios funcionan igual que cualquier gran institución cuyo principal énfasis está primero la supervivencia, los clientes segundos.
Los padres, los asesores y los estudiantes deben utilizar estas hipótesis en las escuelas a las que podrían tener en cuenta, así como para probar las opciones disponibles para ellos que no implican la universidad en absoluto. Y a diferencia de la decisión de elegir una escuela y firmar el papeleo financiero, no hay ningún costo o riesgo en la consideración de estos supuestos, mientras que la planificación de proyectos futuros.
En la mayoría de los casos, la gente todavía optan por la universidad como es su derecho y privilegio. Sin embargo, si ellos toman la decisión de asistir a la universidad con una mejor y más completa información, incluyendo una evaluación honesta de los riesgos asociados a la inversión, que comienzan con expectativas claras y realistas. Y si las universidades son más explícito sobre los riesgos asociados con la falla, su credibilidad es en realidad mayor. Si, por otro lado, el proceso lleva un poco lejos de la universidad por un período de tiempo o de manera permanente por las razones correctas, ganan también.
Para aclarar, los colegios y sus consejos deben funcionar básicamente como lo deseen. El problema se produce cuando la comercialización de las escuelas y sus socios políticos / financieros está diseñado para manipular los resultados sin la divulgación completa y la comprensión del riesgo personal y financiero. Por ejemplo, los estudiantes y las familias de hoy en día son bombardeados con mensajes de marketing que la educación universitaria es esencial para tener éxito en la economía actual. Esto no es una cuestión discutible a los colegios, las universidades, el Consejo Universitario y los financiadores.
La ironía debe escapar a nadie, sin embargo, que el mismo sistema que se vende como esencial para el éxito de un individuo está produciendo una tasa de deserción de aproximadamente el 50% - más del 100% peor que una tasa nacional ya horrible alta deserción escolar. Por lo tanto, el sistema que se vende solo en su necesidad para el éxito es la generación de la deuda paralizante y la inestabilidad en la vida de los que dice que quiere ayudar. Dicho de otra manera, el sistema que lanza su éxito es en realidad alejar de la mitad de sus clientes y pegándolos con una política de no retorno y la deuda no-descargables. En cualquier otro sistema, que podríamos llamar a esos pobres almas víctimas.
La conclusión es - compradores universitarios tengan cuidado. Miles de millones se gastan para atraerlos a un sistema que crea dudas justificadas para muchos. Desafiando Intensamente los mantras y los supuestos de los comerciantes de la universidad es el mejor camino para respuestas claras y decisiones lógicas, sin emociones sobre el futuro. En otras palabras, justificar la opción de la universidad antes de su ejercicio de la opción de la universidad.
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